jueves, 8 de octubre de 2009

LAS MARAS EN EL SALVADOR




EXPOSITOR:


DR. JORGE MARTÍNEZ MENÉNDEZ


San Salvador, 26 de septiembre de 2009





Para entender el significado de Cultura del Mal, habrá que tener claro lo que es cultura, esta es la que nos da la identidad nacional y la comprensión de lo folklórico. La conducta del ser humano es producto de la cultura existente en la sociedad a la que pertenece; por tanto, ésta última determina en gran medida la forma en la que cada persona piensa, cree y actúa. Por ejemplo: todos los seres humanos sienten hambre, pero los hábitos alimenticios varían de un país a otro y de la misma manera sucede con la vestimenta, la vivienda, el transporte, la diversión, etc. La cultura es el conjunto de:
• Símbolos tales como: valores, normas, actitudes, creencias, idiomas, costumbres, ritos, hábitos, capacidades, educación, moral, arte, etc.; y • Objetos: como artesanías, vestuario, vivienda, etc.; que son aprendidos, compartidos y transmitidos de una generación a otra .

La cultura puede cambiar. Por ejemplo, hoy en nuestro país celebramos el Halloween y el Día de Gracias que son tradiciones culturales norteamericanas; los nombres también son anglos, ya no hay Beto ni Toño, hoy son Bobby y Tony. Aún cuando todavía comemos pupusas, el consumo de hamburguesas y pizzas va en aumento.

En los Estados Unidos en los años 5ºs, se desencadenó la violencia juvenil organizados en pandillas, fue la época de Nicky Cruz y su pandilla los “Mau Mau” en Nueva York, y de la película “Rebelde sin Causa” estelarizada por James Dean. Pero durante los 60s los jóvenes norteamericanos, abandonaron la violencia y surgió una cultura pacifista, el movimiento “hippie”, cuyo lema era “Amor y Paz”. Después de los hippies, en los 7ºs apareció de nuevo la violencia de las pandillasjuveniles identificadas como “gangas” o “maras”.




LA SUBCULTURA
Dentro de una cultura existen agrupaciones que se diferencian por su conducta, creencias o comportamiento, a estos se les conoce como “ghettos” o subculturas. Aquí caben las sectas religiosas y las maras. El término subcultura se usa para definir a un grupo de personas con un conjunto distintivo de comportamientos y creencias que les diferencia de la cultura dominante.
La subcultura puede formarse a partir de la edad, etniao géneroysu presencia se manifiesta en lo estético, político, en la identidad sexual o una combinación de ellos. Las subculturas a veces se oponen a la cultura dominante. Cuando la oposición es sistemática, estamos en presencia de la contracultura.

En nuestro país la secta religiosa “Creciendo en Gracia”, en oposición a la cultura dominante, se dedicó a destruir imágenes, crucifijos y quemar Biblias frente a templos católicos, a exhibir ante los medios sus tatuajes, agrediendo verbalmente a la cultura religiosa salvadoreña. Pero esta cultura dominante se defendió, repudió la agresión de la secta, la cual volvió a su reducto y abandonó su actividad contracultural. La cultura se defendió y venció a la subcultura.

TRANSCULTURACIÓN
La transculturación es un proceso gradual por el cual una cultura adopta rasgos de otra hasta culminar en una aculturación. Generalmente se produce desde una cultura "más desarrollada" a otra "menos desarrollada". La mayoría de las transculturaciones son conflictivas, en especial para la cultura "receptora" máxime cuando los rasgos culturales son impuestos. Ej: la conquista española.

Se producen cambios culturales con los cambios de época. Así, la cultura de la sociedad agraria evolucionó hacia la cultura industrial y ésta a la cultura del conocimiento.

PANDILLAS JUVENILES
En nuestra sociedad, los jóvenes demandan ser tomados en cuenta, y por ello se asocian en pandillas. En esto la familia juega un rol muy importante, pues los pandilleros suelen proceder de hogares en crisis o destruidos totalmente o parcialmente por parte de los padres, donde sus necesidades materiales o afectivas no son atendidas. La escuela y la iglesia no brindan al joven los valores necesarios para contribuir al buen camino y el estado, se limita a lo represivo.
Por otro lado, existen también causas económicas que provocan el pandillaje, como: la pobreza y el desempleo. En primer lugar, la pobreza causa que los jóvenes tengan carencia de bienes es por esta razón que en las pandillas encuentran dinero fácil por medio de robos, distribución y venta de drogas. En segundo lugar, el desempleo, complementa la pobreza, pues al trabajar ilícitamente, en las pandillas se gana mucho dinero con la venta de drogas.
En conclusión, los integrantes de las pandillas, mayormente, son jóvenes con pocos valores y maltratados provenientes de hogares destruidos, sin educación, etc. Las pandillas están conformadas, generalmente, para una ayuda mutua entre miembros, defender su territorio y otras más radicales para hacer actos delictivos.

MARAS
Mara es el término con el que se conoce a las pandillas juveniles en Centroamérica y México, originadas por la deportación desde México y Estados Unidos. Las maras recrean en el plano nacional aquellas condiciones de marginalidad, violencia, delincuencia y supervivencia, aprendidas y desarrolladas en el extranjero, para enfrentarse a una cultura distinta, donde sufrían la marginación racial, por un idioma distinto y por la ilegalidad. Con el aumento de los deportados, el fenómeno social se hizo no sólo nacional, también regional, y a inicios del siglo XXI, en casi todo
Centroamérica se conoce como "Maras" a las pandillas juveniles.
Básicamente se conforman dos grandes pandillas que se conocen como:
1. La Mara Salvatrucha (MS). La MS es enemiga mortal de la Pandilla 18. El término Mara es exclusivo de la Mara Salvatrucha, conocida en Estados Unidos como la MS-13. Puesto que nació en la calle 13 de Los Ángeles.


2. 18 ST, algunos de sus miembros se tatúan el número "666", 6 + 6 + 6 = 18 que
Bíblicamente es conocido como el número de la bestia. La "18" tendría su origen en la
Calle 18(18th. street) de Los Ángeles.

El fenómeno de las maras se agrava por la introducción de drogas como el crack, marihuana, pegamento para zapateros o inhalantes, cocaína y otras, las que comercializan y consumen.

Como respuesta los gobiernos han establecido planes de mano dura, con lo que agregan otro tipo de violencia a la ya existente en El Salvador. Estos planes son de tipo represivo tanto en el ámbito legal, policial y penitenciario. Sin atacar el problema desde las causas que lo originan. Pero existen programas de readaptación exitosos, impulsados por iglesias y por antiguos miembros de dichas pandillas. Debo dejar claro, que El Salvador es un estado de derecho y el que comete un delito debe ser sancionado, sea éste un funcionario público o un joven pandillero.
La principal fuente de ingreso de las maras, además de las remesas de Estados
Unidos, la venta de drogas, son las extorsiones o “rentas”.

Las maras constituyen una subcultura de una juventud que no encuentra oportunidades, de familias divididas por la migración y que al tratarlas de manera represiva se les excluyó más, se les criminalizó y radicalizó.
La fragmentación y la segregación social, así como la ruptura de la estructura familiar, son un caldo de cultivo para la generación de las pandillas, ya que los pandilleros son personas que no contaron con los recursos ni las atenciones sociales necesarias para que sus vidas se orientaran por las vías productivas y de desarrollo para ellos mismos y para su comunidad.

Por la falta de cuatro principios en la familia los hijos se desvían:
1. Autoridad: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino Criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.(Efesios 6:4)
Si los padres no ejercen autoridad sobre los hijos, estos no tendrán disciplina y serán tierra fértil para la delincuencia
2. Afecto: "no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor" (1ª Corintios 13:5). Ejercer autoridad sobre los hijos debe ser una expresión de afecto y no de ira, rencor o venganza.
3. Amistad: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”. (Juan 15:15). Los padres deben ser amigos de sus hijos, sin perder su autoridad.
4. Amor: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).


LAS MARAS EN EL SALVADOR
Los padres deben estar junto a sus hijos en momentos de dificultad, sin importar la cuota de sacrificio.

La rebeldía del joven nace en el hogar, la escuela, la sociedad y el gobierno, debido a que son instituciones debilitadas. Si en el hogar hay violencia, desintegración o mal ejemplo, se producirá como fruto un hijo rebelde. Si la escuela no educa, limitándose los docentes a ser enseñadores, los jóvenes no tendrán deseos de superación.
Si la sociedad no defiende su cultura es vulnerable para que una subcultura la agreda y la victimice. Entendemos por sociedad, a la población entera, las organizaciones religiosas, empresariales, laborales, deportivas, municipales, gubernamentales, etc.

El gobierno con sus instituciones debilitadas es superado por la delincuencia, en su capacidad de respuesta. Deben fortalecerse las instituciones del estado. Su debilidad ha hecho que se pierda el hábito de obedecer y que vivamos en la indisciplina social.

Nuestros gobernantes y los partidos políticos deben merecer el respeto de los jóvenes, para que respeten su autoridad. Nuestros gobernantes deben cumplir las leyes y hacerlas cumplir. Deben atacar los problemas de una manera integral y no solamente de manera represiva. Las maras constituyen uno de los peores males sociales que enfrentamos, de los cuales los jóvenes mareros son también víctimas.

El problema de las maras representa una falta de autoridad tanto en la familia, como en las iglesias, las escuelas, la sociedad y el gobierno. Es decir, es un problema de estado, de nación; todos somos responsables. Pero como sociedad hemos dejado que la policía enfrente el problema, no hemos sabido defender nuestra cultura, no hemos podido ser incluyentes con estos jóvenes que demandan ser tomados en cuenta y hemos visto el problema como algo ajeno, que no nos compete.

A nuestra sociedad le ha faltado visión y liderazgo. No dejemos que una subcultura venza a nuestra cultura, porque estaríamos sometidos a la cultura del mal. El mal se vence con el bien. Es verdad, el problema es grande, pero más grande es nuestro Dios, y todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.